Odio acostarme con esta sensación.
Busco, pero no encuentro. Permanezco, pero no estoy. Me distraigo, pero nada me entretiene. Me pierdo y me sigo los pasos; me sorprendo y me aburro a mi mismo. Me separo, pero no quiero alejarme. Te miro, aunque no supiera verte; te veo, pero ya no te puedo mirar. Quizá tu me entiendas, pero no puedas oirme. Quizá cuando me explique, ni siquiera sepa hablar. Te echo de menos; aunque nunca pudiera echarte de más.
Espero y desespero; y mientras tanto sueño.
Quizá mañana.
