Gott weiss ich will kein Engel sein


Me miras desde lo alto; tus ojos fijan sus negras y eternas pupilas en las mías. Me hundo en ellas; caigo en sus tinieblas. La oscuridad me envuelve, me oprime, para dar paso a las llamas. El incendio me rodea, no puedo escapar. Alcanzo a distinguir unas sombras detrás de las llamas. Miles de seres ahora me miran fíjamente. Se rien; alcanzo a escuchar sus carcajadas. Vienen hacia mí. Ellos me sujetan de pies y manos, me apresan, y me arrastran hacia las llamas. Yo te miro. Intento gritar, pero desde la luz no puedes alcanzarme. Envuelta en el vapor de las nubes, comprendo tu naturaleza divina. Una lágrima resvala por tu rostro, mientras hemos de decirnos adios.

Lo siento amor, pero Dios sabe que nunca quise ser un ángel.