Arte

A veces pienso en cuál es el sentido de vivir atados a una moralidad. Por qué nos cohibimos a nosotros mismos imponiéndole limitaciones a nuestra voluntad. A veces pienso en por qué no debo actuar según mi beneficio, en por qué debo recoger los pedazos de aquello que rompo; en por qué no puedo romper sin tener que caminar sobre sus pedazos. Quizá todo fuese más fácil si viviéramos la vida como una caprichosa obra de arte; si entendiéramos los días como actos, los amores como cautivadoras tragedias y el adios como un simple cambio de escena. Ojalá pudiera vivir sin pensar en todo lo que he hecho, concibiéndolo como el más bello de los cuentos que llegaron a mis oidos; deleitarme en sus versos mientras son escritos y sellar cada página con la propia tinta con la que son esbozados. Tu sufrimiento no sería más que un acto en mi gran obra, y tus lágrimas, el mayor ejemplo de que el arte nace de la propia esencia de la vida.