Mecido por el viento

Sin preocupaciones; dejaremos que la vida se abra camino. Que juegue el destino, que nos guíe la suerte; hoy he decidido soltar la batuta y sentarme a observar qué me depara mi historia. Quizá el secreto fuese dejarse llevar; quizá el instinto, la providencia, siempre fueron más que suficientes para el fin que nos proponíamos. Hoy he decidido abrir los brazos y volar, mecido por el viento.