Ya son 247 horas las que he tirado por el retrete

Llevo dos años y medio en esta carrera chupavidas y aún hoy me pregunto por qué coño no me metí en psicología. Lo malo es que me respondo a mi mismo diciéndome que seguramente en psicología no me enseñasen a comer cerebros ni me explicasen nada relevante sobre la gente; lo más probable es que simplemente me llenasen la cabeza (si es que mi cabeza se puede llenar de alguna forma) de innumerables teorías absurdas sobre el conocimiento, para que mi sistema de "transito cerebral" tuviese que acabar tirando de la cadena mientras toda esa basura lingüística corriese cañerías abajo por mi subconsciente. Aún así, estudiarme innumerables libracos de palabras eternas habría tenido una probabilidad más alta de satisfacción personal que la carrera que tengo ahora. "¡Huíd de las ingenierías! nos dijo nuestro profesor de matemáticas Manuel, "¡huíd de las ingenierías que os queman la vida!"; no creo que nunca llegues a leer esto pero, qué razón tenías, Manuel, y qué poco caso te hicimos.
Hoy os escribo con asignaturas recién suspensas y calentitas calentitas que las saco del horno, pero eso no es todo. Hoy tengo otro lector más metidito en la sombra; otra lectora, mejor dicho. Otra de esas pequeñas almas que vienen aquí buscando revolver en mi maltrecha y perturbada mente; éstas son mis primeras palabras para ti en mi blog, espero que las disfrutes, que de alguna forma te las has ganado. Y a todos vosotros, asiduos lectores de mi blog, mandaros un saludo pa que no experimenteis envidia en vuestros corazones. En especial quiero saludar hoy que estoy mimosote, a todos aquellos idiotas que hayan pasado unos días en Túnez, a aquellos que sufrís la lluvia yendo a la universidad y el sofoco de la calefacción en las clases, y a una chica de sombreros de colores. Me gusta la del sombrero azul, que lo sepas.

No tengo sueño, me he levantado a las doce, me he paseado que siempre viene bien, he jugado a la consola durante un par de horas y he estado estudiando un ratejo. No es que me queje, porque pfff, podría haber sido peor, pero aún así a mis días les falta algo. Les falta chispa, les falta magia. Les falta un pequeño toque de surrealismo de ese del que me gusta a mi. "Hola, vengo del futuro para traerte..." calla, que no tengo tiempo. Estoy pensando en pediros algo, ya os lo diré cuando toque, pero id buscando en vuestras pequeñas cabecitas aquello que jamás pensasteis que escribiríais en un blog. Vosotros influís en mí más de lo que creéis, así que vamos a jugar a cambiar el mundo de sitio.
Buscad, mis pequeños, buscad.