Remordimientos

Ya no sé quién eres.
No reconozco tu voz en las palabras que callas para mi; no logro diferenciar el color de tus ojos en las miradas que no me dirijes; ya no siento tu presencia en mis pasos, esos que tú deshaces para que no tengamos que volvernos a encontrar.

Ya no te busco; ni siquiera sé a quién buscaba.

Ahora me rodeo de quienes tú y yo no conocíamos; de aquellos que dejamos estar, y de quienes olvidamos, cuando aún guardábamos mejores recuerdos de nosotros mismos.
Me deshice de mis mentiras sobre ellos. De todo aquello que te dije y, sobretodo, de lo que nunca me atreví a explicar. Maté mis errores cuando nos separamos, pero los remordimientos no poseen una vida con la que pueda terminar; aún hoy ellos viven dentro de mi, me persiguen. Están allí donde dirijo mi mirada perdida, donde me escondo. Ellos me observan en la oscuridad, me susurran, me atormentan; y me hablan de ti.