Muere otro día

No tengo nada que escribir... bueno sí, tengo miles de cosas que escribir, pero como los exámenes me están chupando el poco cerebro que me dejó mi ficticia y no-recomendable afición de oler disolventes, no se me ocurre nada especialmente brillante con lo que deleitar vuestros agrios paladares literarios.
Por eso, y porque se me ha venido a la mente mientras defecaba, en este post os regalaré una reflexión sobre mi sentido vital de estos días, que consiste básicamente en "estudiar" economía. Y en mi afán de que os guste tanto como para haceros llegar al orgasmo con él, he decidido no escribirlo en prosa sino en verso, sorprendiéndoos a todos en mi blog con un soneto.
Porque me gusta el riesgo.


Aquí os lo dejo, con todo mi cariño y amor concentrados en forma de cápsulas de detergente:

SONETO #1
MUERE OTRO DÍA

(por Davidopoulos)

Hube hoy amanecido temeroso,
en tanto que algo horrible me aguardaba;
visto que asignatura que tocaba,
era para mí un morir silencioso.

Economía de nombre, pomposo;
tan sólo era vanidad que ostentaba;
pues visto esto para quien lo estudiaba,
rollo soporífero y pestiñoso.

Mas ahora que yo vuelvo a mi lecho,
sufro habitual sensación de fracaso;
tedio, desamparo y monotonía.

El futuro, eso espero, hará provecho,
pero el sabor de mi vida es escaso;
sueño... mas siento morir otro día.