-Porque no hay ninguna verdad y, aunque la hubiera, ésta sería demasiado estúpida como para divulgarla. Ciertamente hay cosas que no quiero deciros ni a ti, ni a ti, ni a ti, y mucho menos a ti. Ya tengo suficiente con aguantarme a mí mismo.
-Y entonces, ¿qué haremos?
-Nada; no haremos nada. Esperaremos aquí a que todo se arregle mágicamente por sí solo. Asi que siéntate y cállate, esto nos llevará bastante tiempo.
-Y si...
-Te he dicho que te calles.
-...