Pos na

Pos na, un día más. Aquí estoy, sentado delante del ordenador como todas las noches. Como todas las interminables noches. He visto lo de las tribus de la tele y bueno, tengo abiertos los libros para estudiar, pero la hora que es hace que no tenga ganas (menos aún que de costumbre) de ponerme a hacer nada. Hoy he amanecido desganao; debe ser que he dormido mal por la puñetera peli de miedo que vi ayer. Quién cojones me manda a mi a ver una peli de miedo... pues me acojoné. Tengo 20 años y he de reconocer que, esta vez, me acojoné vivo. Me he pasado toda la noche mirando la puerta de mi habitación de reojo mientras por la ventana entraba to la luz de la farola por tener la persiana subida. Siempre fui un niño miedoso y parece que hay cosas que nunca cambian.
Hoy he estado jugando a la consola un rato como ya es habitual en mi (mis horas de ocio virtual), y me he pasado toda la tarde desde que he comido estudiando para mi examen del miércoles. Me he quedado dormido mientras estudiaba, y he vuelto a soñar contigo de nuevo. Esta vez estábamos en una especie de gimnasio mientras había un montón de alumnos de lo que parecía ser una clase de educación física, haciendo una especie de coreografía, y dando botes de un lado para otro. Estaba sentado contigo en una especie de tumbona, mientras me tenías cogido de la mano.
Cuando estabamos saliendo nunca soñaba nada, o sí, pero no solías aparecer tú, y ahora que ya no estamos juntos mi subconsciente parece no cagar mirándote por el rabillo del ojo. Nota para el futuro: tengo que comprarme un subconsciente nuevo.

Una vez que me hube levantado de mi pseudo-siesta seguí estudiando hasta que me dieron las 9, que me duché y fui a jugar a la consola otro rato más. Me llamaron para salir, sí, pero estoy vago los domingos, y la verdad que salir para cenar fuera otro día más, no es el mejor plan que se me ocurre. Estoy desganado y agilipollado, elijo quedarme en casa y gastar mis días en esta máquina tragaperras particular. Ya no recuerdo cómo era mi vida cuando no tenía este blog, y mira que creo que empecé a escribir poco después de romper contigo. Y parece que mi cabeza no hace más que recordarme el tiempo que hace de aquello.

Así que nada, una semana más, y un día menos para suspender otro examen. Cierto es que no estoy en mi mejor momento anímico pero es que los domingos siempre fueron un día de mierda.

Y me voy a dormir (o a intentarlo); que tengais dulces sueños si es que leéis esto hoy, o, si lo leéis mañana, tenedlos mañana.
Buenas noches a todos.