Falsas apariencias

No entiendo por qué en ocasiones la gente tiende a darle la vuelta a todo lo que creía cierto sobre una persona.

Manolita conoce perfectamente a Antoñín, son muy amigos y tienen una buena relación basada en la confianza y el cariño. Cierto día a Manolita le llama la atención Felipín, y comienza a dedicarle más tiempo. Antoñín se siente abandonado por Manolita y discute con ella, argumentando sus reproches con un montón de razones cláramente marcadas por su sentimiento de soledad y añoro hacia Manolita. Después de esa discusión, Manolita cree fírmemente (llegando a estar plenamente convencida de ello) que Antoñín es una mala persona, un mal amigo, que sólo estaba a su lado por conveniencia, y que realmente nunca ha hecho nada bueno por ella que le saliese de corazón. Antoñín por su parte cree que nunca le ha importado a Manolita y que, para ella, él siempre ha sido un amigo de pacotilla, usado para pasar el rato y después arrojado a la basura.


¿A que reconocéis algo parecido a esto en vuestras vidas?
Jamás entenderé por qué hay personas que se empeñan en tirar abajo todo lo que saben de una persona por una acción determinada. Para mí todo tiene un motivo; todos actuamos como actuamos por algo. Y en la inmensa mayoría de las ocasiones ese motivo justifica perfectamente el comportamiento.
Yo opino que la gente no cambia de la noche a la mañana; que no nos levantamos un día y descubrimos que todas las sonrisas que compartimos o todos los buenos momentos fueron producto de una mentira. Tan sólo hemos de conocer el motivo; debemos tratar de comprender lo que el otro siente para entender por qué actúa como actúa.
Hasta yo he tenido que decir en más de una ocasión: "vamos, ahora no creas que no me conoces porque sabes perfectamente cómo soy".

Y eso que yo un día soy el Doctor Jekyll, otras Mr. Hyde, y otras... la gallina Caponata.