Carta de Davidopoulos a Pericles -26/07/2012-


Estimado Pericles,
me es grato compartir con usted una más de nuestras correspondencias ya habituales. He reflexionado mucho sobre las teorías y divagaciones expuestas por usted en nuestra última carta, pero me temo ser poco erudito en cuanto a lo que lo simiesco engloba. No me veo capaz de ayudarle en su tesis, pero aun siéndole de poca o nula utilidad, le expreso mi más sincero deseo de que continúe compartiendo conmigo los resultados de sus experimentos. Quién sabe si en lo sucesivo logre usted descubrir en mí a un interlocutor más provechoso. 
Refiriéndome a otros temas, me alegra informarle del descubrimiento que hace poco he tenido el orgullo de llevar a cabo. Pues no sin sufrimiento he conseguido encontrar la motivación y, lo que es aún más importante, los métodos para encauzar mi día a día a un cariz más vivo y enriquecedor. Hube sin embargo de sumirme en la más acuciante pérdida para comprender lo que estaba y no estaba dispuesto a abandonar. No encontré necesidad de cambio movido únicamente por el rechazo a unas condiciones indeseables, como podría usted pensar, sino que encontré en el propio fin el vigor que necesitaba para llevarlo a cabo y, en los medios, no un esfuerzo de necesidad, sino la satisfacción de la consecución de ese fin. Entiendo la complejidad de mis palabras, pero la magnitud de lo que me propongo, un cambio de enfoque radical, se escapa (como viene siendo ya habitual en mí) de mi capacidad de expresión. Pronto usted mismo será testigo de lo que le hablo y comprenderá a todas luces el afán que esto despierta en mí.

Agradezco asimismo el gesto de interés por mi pareja, quien le manda afectuosos recuerdos. Circunstancias adversas han hecho que debamos residir en domicilios distantes durante unos días, permitiéndole a ella conseguir la concentración necesaria para su trabajo en cuestiones espaciales. Mientras, mis pensamientos vagan por el cielo nocturno perdiéndose en exóticas constelaciones, tras sus pasos. No se extrañe si en alguna noche observando el firmamento, cree verme jocoso rebuscando entre millones de estrellas titilantes. Si esto sucediera, y considerando la posibilidad de que tuviera éxito en mi búsqueda y lograra encontrarla, le ruego  apartase rápidamente la vista, regalándonos así la intimidad que tantas parejas anhelan...

Para finalizar, añadir mi modesto pero significante avance en el arte musical. La práctica de la guitarra clásica por fin trae los frutos que años atrás procrastiné. Espero que en nuestro próximo encuentro sea capaz al menos de amenizar un par de minutos nuestra velada con mis recién adquiridas dotes.
No le molesto más, reciba un cordial saludo asi como, una vez más, la expresión de mi interés en su estudio de carácter simiesco.

Cuidese mucho, mi peludo amigo.
Davidopoulos